2020: un año duro y de resilencias
Más de la mitad de la plantilla que hace posible el trabajo de la Fundación Luz Casanova y la Obra Social Apostólicas de Jesús nos reunimos hace apenas unos días, vía on line, para repasar este año que nos deja. Fue un encuentro cálido –a pesar de las distancias- y cargado de emoción: se trataba de repasar este durísimo año de pandemia que nos ha supuesto pérdidas de todo tipo, también personales.
Pepa Monleón, presidenta de las dos entidades (ambas comparten órgano de gobierno y dirección), arrancó esta particular quedada cibernética agradeciendo los esfuerzos, ilusión y profesionalidad de una plantilla que ha sido capaz de superar los muchos problemas vividos en cada uno de los proyectos. Julia Almansa, directora de ambas organizaciones, subrayó esas pérdidas personales, el estrés, la tristeza y las incertidumbres que ha supuesto este 2020. No obstante, destacó también que esas cualidades no vinieron solas. Se acompañaron de coherencia, de saber hacer, innovación, resilencia, compromiso y una enorme flexibilidad para ajustarnos a la cada día cambiante realidad con que nos enfrentábamos.
Para empezar, hubo que adaptarse y protegerse para seguir trabajando como un servicio esencial. Hizo falta -en tiempos récord y garantizando la seguridad de todas y todos-, no podíamos dejar de atender a nuestros proyectos, tomar e implantar toda una serie de medidas de higiene para nuestro personal y usuarios, instaurar el teletrabajo (para la plantilla que podía realizar sus tareas desde casa), poner en marcha protocolos de respuesta a la crisis, gestionar las bajas y reemplazarlos por otros profesionales y contratar personal, entre otras acciones.
Pero además, la realidad se impuso y la organización se vio obligada a responder a nuevas necesidades, como la atención al incremento de mujeres sin hogar que se quedaron en la calle. Y lo hizo con programas como No Second Night, nacido en la emergencia. No fue el único. También lanzamos Ni una Noche Más, una continuación de esa propuesta de atender a las mujeres sin hogar. Y para ese invisibilizado colectivo, se ha abierto también una casa en Collado Medio con capacidad para estar con 27 mujeres. Aparte, se han dado talleres de autonomía, se ha institucionalizado nuestra oferta de consultoría e incrementamos la formación en los campos donde somos expertas.
Económicamente no ha sido tampoco un año fácil. La Obra Social ha visto disminuir sus fondos propios de una forma significativa. Las razones: los costes de adaptar nuestro trabajo ante el covid, el importantísimo costo que han supuesto las sustituciones y bajas y la disminución de algunos de nuestros ingresos. El espacio Luz Vallekas también ha sufrido de forma especial la pandemia al verse obligado a cerrar casi por completo su actividad. La Fundación Luz Casanova, por el contrario, ganó con respecto a lo planificado gracias al contrato de No Second Night. No obstante, el resumen económico de la entidad en su conjunto, que como siempre se hará público para cumplir con nuestro objetivo de transparencia, es claro: hay una pérdida de fondos propios, por lo que la capacidad de reacción ante imprevistos se acorta. Con esas cuentas, uno de los grandes retos a futuro para seguir en la línea de trabajo trazada tanto en igualdad como en inclusión, es conseguir mayor financiación privada, diversificar la entrada de fondos públicos y potenciar la formación.
Pero más allá de las cuentas, se trataba de sentirse conectado. Así, hubo palabras de cada uno de los responsables de área para contar sus logros, desafíos y aspectos a mejorar de cara al año que viene. Tuvimos también un sorteo (on line, por supuesto), de una cesta de Navidad. Y en un momento dado, para poder sonreírnos de una forma más cercana, la reunión se disolvió en varias habitaciones cibernéticas donde pequeños grupos pudieron lanzar al resto sus deseos.
Resultará extraño, pero funcionó: nos sentimos juntas –a pesar de estar cada una en nuestras casas-, compartimos la emoción de lo logrado, la ilusión de vernos y las muchas ganas por conseguir que el 2021 sea más inclusivo e igualitario.