Erradicar la violencia de género: objetivo de la UE
En Luz Casanova, el mes de noviembre tiene nombre y rostro de mujer. Por tal motivo hemos lanzado el reto #AtreveteaMirar: una llamada a la acción para, en primer lugar, poner rostro y voz a mujeres víctimas de la violencia de género a través de la exposición “Mírame: soy visible”; en segundo lugar, conocer las distintas formas de violencias y exclusión de las que son víctimas millones de mujeres en España. Para ello, tenemos una buena herramienta: la Encuesta Europea de Violencia de Género 2022 (EEVG).
Se trata de la primera encuesta sobre violencia contra la mujer en el marco del Sistema Estadístico Europeo, coordinado por Eurostat, la oficina estadística de la UE. El primer dato es estremecedor: en España, más de 4.800.000 mujeres han sido amenazadas, humilladas, golpeadas o violadas por sus parejas o exparejas. La encuesta se ha realizado a mujeres residentes en nuestro país entre 16 y 74 años.
La prevalencia estimada varía entre el 38,4% (909.941) de las mujeres entre 18 y 29 años y el 19% (468.062) de las que tienen entre 65 y 74 años. De estos datos, en el informe de la encuesta se destaca uno positivo: las mujeres jóvenes tienen mayor conocimiento de la violencia de género, la identifican mejor y se sienten capaces de visibilizarla mejor.
La otra cara de la moneda está representada por “las mujeres mayores que han enfrentado, de manera prolongada y cronificada, situaciones de violencia a lo largo de su vida en un contexto social, cultural y político en el que la violencia de género estaba invisibilizada, normalizada e incluso aceptada en las relaciones de pareja.
Algunas, por ejemplo, se convierten en las propias cuidadoras de los agresores”. En ambos casos, las violencias no se producen de repente sino que son “resultado de un proceso de maltrato psicológico y psíquico más prolongado que va aumentando en intensidad y frecuencia”.
El informe presenta los resultados obtenidos en la encuesta, organizados en los siguientes temas:
- Violencia física -incluye amenazas-, violencia sexual y psicológica en la pareja y fuera de ella, tanto su prevalencia como sus consecuencias, entre otros aspectos.
- La violencia doméstica, que en la metodología de Eurostat se considera tanto a las parejas como otras personas agresoras fuera de la pareja.
- El acoso reiterado.
- El acoso sexual en el trabajo.
- La violencia sufrida por las mujeres en su infancia.
Asimismo, se presentan datos referidos al conocimiento que tienen las mujeres de algunos de los recursos disponibles de ayuda a víctimas de violencia contra la mujer. El recurso más conocido es el servicio telefónico de atención a víctimas 016: el 86,5% de mujeres víctimas lo conoce. En segundo lugar, son los Juzgados de Violencia sobre la Mujer: el 80,1% de las mujeres los conocen. En tercer lugar, se encuentran los centros de acogida de emergencia, casas de acogida y/o viviendas tuteladas o de tránsito, conocidos por el 80% de las mujeres.
De entre los distintos tipos de violencia que se analizan, la psicológica es la que se estima que tiene mayor prevalencia por parte de la pareja o expareja, según datos de la encuesta, con el 27,8% (más de 4,6 millones de mujeres a las que sus parejas alguna vez humillaron, les prohibieron ver a su familia o amigos o las controlaron), frente a la física (12,7%) o la sexual (6,7%). Asimismo, se afirma que “siempre que existe violencia física, se ejerce también la psicológica” ya que las consecuencias de los golpes, los empujones, las patadas… no solo producen lesiones en el 50,3% de los casos, sino que se traducen también en problemas psicológicos (78,4%).
En el estudio se destaca que la violencia que se ejerce contra las mujeres “forma parte de un continuo de violencia estructural histórica que se despliega en todos los espacios de socialización en los que se desenvuelven las mujeres y las niñas”. Y sin paliativos se afirma que “la erradicación de la violencia contra las mujeres es un objetivo de la Unión Europea y de sus Estados miembros. Este compromiso viene respaldado por la evidencia en forma de datos sistemáticos, comparables y armonizados”. Buen ejemplo de ello es la Encuesta europea de Violencia de Género que comentamos.