Más allá de la vivienda
La Red FACIAM viene publicando la serie editorial de informes “Más allá de la vivienda” uno de cuyos títulos es “Relaciones sociales y sinhogarismo”. Dicha red –de la que forma parte Luz Casanova– la constituye un conjunto de organizaciones que trabajamos en continua evolución, afrontando, entre otras, las nuevas realidades de las personas sin hogar, de las mujeres en situación de calle, de los jóvenes, de las personas migrantes, de las personas mayores…, así como los nuevos retos en la prevención y denuncia de tantas situaciones en las que las personas no ven reconocidos sus derechos fundamentales.
Un ejemplo de esa permanente evolución del trabajo de la Red FACIAM se ve reflejada, concretamente, en las personas sin hogar y en exclusión residencial. De ahí que en el citado informe se afirme que las políticas sociales relacionadas con la situación de las personas sin hogar han estado centradas, básicamente, en soluciones vinculadas a la vivienda y, actualmente, la realidad nos demuestra que este enfoque no es suficiente por lo que debe ser revisado y ampliado.
En efecto, sin olvidar que el acceso a una vivienda digna es un derecho humano reconocido en el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como en el artículo 47 de la Constitución Española, en nuestros días las personas en situación de sin hogar se ven afectadas por múltiples factores, tales como la salud mental, las diversas dependencias, la desestructuración personal y familiar, la falta de ingresos, la debilidad del mercado de trabajo, el origen, la edad, el género, la soledad y el aislamiento o las adicciones, entre otros señalados en el informe, que deben tratarse conjunta y coordinadamente.
La importancia del hogar
En pocas palabras, para FACIAM hay que abordar el sinhogarismo no sólo tratando de encontrar una vivienda, sino también un hogar en el que las personas puedan realizarse en las diferentes dimensiones humanas y así lo expresan quienes han “construido” el informe, mujeres y hombres -Alonso, Natalia, Hamir, Beni, Eduardo y muchos más- que describen las duras condiciones en las que viven las personas sin hogar y en exclusión residencial. Todas y cada una de las personas que han participado en el informe de FACIAM que comentamos son protagonistas del mismo.
Así, pues, encontrar una vivienda es imprescindible para prevenir el sinhogarismo y la exclusión residencial; sin embargo, como se señala en el informe, hay que encarar el futuro, en primer lugar, tomando en consideración la importancia de las redes sociales, las relaciones sociales y el apoyo social con el objetivo de afrontar las cuestiones relacionales e incorporarlas explícitamente en los programas de intervención dirigidos a las personas sin hogar y en exclusión residencial.
En segundo lugar, es necesario analizar el impacto que las relaciones sociales y el apoyo social tienen para garantizar el bienestar y la calidad de vida de las personas sin hogar, prestando especial atención a la salud física y mental.
En tercer lugar, hay que identificar nuevas fuentes de apoyo social incorporando, como se señala en el informe, aspectos vinculados a la participación formal, tales como sistemas de empleo y protección social, así como la participación de las personas sin hogar en redes sociales formales como la amistad, la familia y la vecindad.
En cuarto lugar, resulta imprescindible abordar, actualmente, la realidad del sinhogarismo desde enfoques interseccionales.
Pasar a la acción
Como colofón al informe “Redes sociales y sinhogarismo” la red FACIAM identifica las siguientes propuestas de acción:
- Ante la falta de apoyos cercanos, manifestada reiteradamente en el informe por las personas sin hogar, hay que analizar el papel que ha tenido la ausencia o deterioro de las relaciones sociales en el proceso de exclusión de las personas.
- Tomar en consideración la importancia de la intervención comunitaria no sólo en el plano personal, sino también para aprovechar con eficacia los recursos provenientes de las políticas públicas.
- Crear programas de acompañamiento, espacios para la escucha y el diálogo con las personas sin hogar, más allá de los grupos de carácter psicoterapéutico.
- Establecer vínculos con asociaciones vecinales, colectivos, foros… para que las personas participen en actividades externas a los proyectos.
- Más allá del derecho a la vivienda, incorporar el derecho a tener una comunidad creando programas de participación comunitaria en los que la comunidad facilite la inserción y la Administración ponga los medios para reconocer los derechos de las personas sin hogar.
- Establecer programas de incorporación comunitaria buscando las herramientas necesarias para la progresiva responsabilización de las personas sin hogar.
En definitiva, “Más allá de la vivienda” no es sólo el título de una serie editorial de la Red FACIAM, sino un objetivo para abordar las nuevas realidades de las personas que se encuentran en situación de sin hogar y en exclusión residencial.