Rozalen Pone voz a los sueños y las esperanzas

Poner voz a los sueños y esperanzas

Me encanta @Rozalen. Me encanta como canta, pero sobre todo me enamora como es, su sencillez, su forma de relacionarse…

Mi primer contacto con Rozalen fue a través de su canción “La puerta Violeta”, ese himno de esperanza para tantas y tantas #mujeresmaltratadas. Muchas veces la he escuchado, la he compartido… y de vez en cuando me gusta entrar en YouTube y leer los comentarios que van dejando a lo largo de los años. Un ejemplo: “ojalá cuando era niña hubiese podido dibujar una puerta violeta en la pared y salir por ella con mis hermanas y mi madre y escapar de mi padre ….preciosa canción[BO1] ”

“Tengo una culpa que me aprieta Se posa en mis hombros y me cuesta andar Pero dibujé una puerta violeta en la pared y al entrar me liberé como  se despliega la vela de un barco. Desperté en un prado verde muy lejos de aquí. Corrí, grité, reí. Sé lo que no quiero. Ahora estoy a salvo”

Sigo a Rozalen en Facebook. He visto la entrevista entrañable que hizo a su abuela, podría ser mi madre, orgullosa de sus orígenes, sencillos, humildes… Me encantó la entrevista que tuvo con su padre cuando estábamos confinados por la pandemia. Está hecha en un ambiente sencillo. Su padre le dice: “Las alegrías y las penas de los demás las has compartido siempre… Todas las cosas de los demás te han importado mucho”.

Y en aquellos momentos, de confinamiento,  compuso la preciosa canción “Aves enjauladas”, en una de sus estrofas dice:

Cuando salga de esta, iré corriendo a aplaudirte
Sonreiré, le daré las gracias a quien me cuide
Ya nadie se atreverá a burlar lo importante
La calidad de la sanidad será intocable”
.

Porque éramos muchas las personas que creímos que aquello que estábamos viviendo era una lección de vida que pondría en primer lugar lo verdaderamente importante. Desgraciadamente no ha sido así y hoy tenemos que seguir luchando por esa calidad en la sanidad pública y por muchas cosas más.

Y Rozalén, hace ya casi diez años, escribió “Comiéndote a besos, desmitificando y acompañando a quienes sufren el estigma del SIDA

“Un buen día te atreviste a confesarme que tenías
tanto miedo a que yo supiera de tu realidad, y no comprendes

que no es tu signo positivo
en que invierte en conflictivo, las cosas del querer
Que eres tu quien me revuelve, que eres tu quien me enamora
Tu quien me convierte en la mejor persona”

Podría seguir y seguir porque a pesar de su juventud tiene ya una amplia discografía, pero quiero acabar con su último trabajo dedicado a las malas madres:  “Yo no renuncio” :

Me han llamado mala madre
Mala hija, mala amante
Por no querer renunciar
A mis sueños, a mis planes
A mí misma y a mis dudas
A mi alma, a mis locuras
A mi propia identidad
Si es así, pues con orgullo
Ante tus acusaciones
Yo más bien prefiero ser
Imperfecta mujer”

¿Cuántas mujeres se ven reflejadas en estas letras? Mujeres que luchan incansablemente por seguir sus sueños, por tener un lugar en su profesión… que no quieren perderse en la vorágine de los pañales, la cocina y todos los cacharritos que parecen asignados a nuestro sexo desde los orígenes de la creación. Hoy son, somos muchas las que queremos y luchamos por un mundo en igualdad donde los espacios sean compartidos, especialmente los del hogar, en igualdad de condiciones entre el varón y la mujer.

Nuevamente Rozalen comparte, como decía su padre, las penas y las alegrías de los demás, en este caso de las mal llamadas #MalasMadres..

Y no quiero acabar sin mencionar algo tan importante que viene haciendo, junto a Beatriz Romero, la interprete de signos que acompaña a Rozalen en todas sus actuaciones. Un lenguaje inclusivo que no olvida a nadie a la hora de cantar una canción y subirse a un escenario.

Creo que Rozalen pone voz a los sueños y a las esperanzas de muchas personas que quizás no tienen la posibilidad de gritar a los cuatro vientos aquello que están viviendo. Gracias

 

Autoría

  • Charo Mármol

    Soy comunicadora de profesión. Felizmente jubilada del trabajo reglado, pero no del oficio de comunicar y denunciar las injusticias sociales. Utópica empedernida me encanta dar a conocer las pequeñas luces que surgen en todas partes y nos ayudan a creer en ese otro mundo posible