Una tierna pareja
Forman una hermosa pareja de edad madura. Él alto y todavía erguido, resulta muy interesante con su pelo cano. Ella menuda, de dulce rostro y suaves ademanes. Siempre colgada del brazo de él, siempre agarrados, a ella nunca se le ha visto sola en los últimos años. Hasta a la peluquería van juntos «a la señora le aplican el tinte número ocho de Ll. y le corta el cabello cortito por detrás dejando al descubierto el cuello» indica él. Ella asiente y sonríe. Lo mismo sucede en cafeterías y restaurantes, Él pide las consumiciones de ambos, sin que ella consulte jamás la carta. ¿Es muda? No, pero siempre espera el asentimiento de su marido antes de abrir la boca.
La enfermera del centro de atención primaria, que controla la evolución de sus patologías: hipertensión ella, diabetes él, tiene sospechas, esta señora sufre muchos accidentes domésticos, demasiadas caídas. Ha intentado en varias ocasiones hablar a solas con la mujer, pero siempre está él presente. Al tomarle la tensión la ha visto un hematoma muy feo en el brazo, parece un puño marcado. ¿Qué le ha pasado? Ella mira al hombre antes de contestar «Me resbalé y me di con un mueble» ¿Tiene más daños? Se cae mucho, la doctora tendría que verla. «No, no, es sólo un hematoma sin importancia, es que soy muy torpe». Además ahora tenemos prisa –tercia él-. Y se han marchado rápidamente.
La enfermera comenta más tarde sus sospechas de maltrato con la médica de cabecera y ambas coinciden en prestar especial atención a la mujer, hacerle un seguimiento. Es inútil no vuelven a verlos por las consultas se han cambiado de centro de atención primaria.
Según el portero de la finca donde habitan son la pareja más educada y tierna de todo el edificio.